jueves, 14 de octubre de 2010

Ser Punk en China (por Coni Aravena)

Hoy en día el punk, de contracultura hecha a la medida del descontento de jóvenes de clase obrera en la Inglaterra de los setenta, ha pasado a ser una forma en que las grandes marcas atraen al público, para vender ropa hecha en serie y adornada con tachas a chicas que aspiran a verse rockeras y peligrosas, pero que sin embargo, jamás descuidarían sus olores personales o se sentarían en el suelo. Aunque la mayor parte del tiempo poco y nada queda del verdadero espíritu punk en cuanto al look, sin duda éste es uno de los movimientos culturales que ha logrado mantenerse más vivo dentro de la juventud alrededor del mundo, y uno de los pocos que ha logrado trascender hacia estados que se adecúan a los tiempos, aun cuando cada vez más sus lenguajes parezcan más anacrónicos y su estilo menos amenazante (y por lo tanto, menos efectivos).

Habiendo dicho esto, sin embargo, hay lugares en el que ser punk aún significa Ser Punk. Un ejemplo de esto es en China, un lugar que a pesar de la imagen de pais amable, fascinante, exótico y espiritual que nos evoca a muchos de nosotros (y que sin duda debe ser), es también es un país en que el control y el conservadurismo es pan de cada día. El sistema de dominio del gobierno sobre la población, sumamente arraigado en la cultura y en la gente, ha formado signos de contracultura que hace unos pocos años jamás hubieran sido posibles. También la globalización ha hecho que poco a poco, el desagrado en torno a la estructurada sociedad China se vea cuestionado por jóvenes chinos, quienes tal como en la Inglaterra de finales de los setenta y principios de los ochenta, hacen vislumbrar su inconformidad a través del arte, la moda y la música.Ésta es la realidad que intentó mostrar el cineasta australiano Shaun Jefford en el documental Beijing Punk, quien durante todo el 2008, aprovechando los juegos Olímpicos de Beijing y el mayor nivel de exposición que tendría el país durante ese tiempo a la vista del mundo, retrató la movida punk musical y estilística de la capital China. ¿Y qué es lo que encontró? Un país en el que éste estilo de vida es realmente visto como un peligro hacia el orden establecido, una situacion antisocial que debe ser remediada. En un lugar donde cualquier atisbo de diferencia es visto como peligrosa, hay bandas como PK14, Candymonster!, Demerit y Misandao, a los que todos los dias se les unen nuevos convertidos. Éstos punks no son, como podríamos pensar, una postal cool como sus pares londinenses o una forma de hacer amigos y de pasar el rato. Y a pesar de que en el resto del mundo la credibilidad punk se vea muchas veces en duda, éstos jóvenes, a veces no tan jóvenes, ponen en riesgo su libertad (ha habido casos en el que declararse punk en China, según este documental, puede traer penas de cárcel de hasta 3 años) por mostrar una postura frente a una cultura que consideran opresiva.

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